31 de diciembre de 2009
Lo pequeño es hermoso
23 de diciembre de 2009
Andrzej Dembicz (1939-2009): el geógrafo que descubrió América Latina en la Europa del Este
7 de diciembre de 2009
África a la deriva, África codiciada
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16 de noviembre de 2009
Veinte años de la tragedia de El Salvador
El Norte de Castilla, 16 de Noviembre de 2009
Han pasado 20 años y parece que fue ayer. Estábamos reunidos en
Durante todo este tiempo ha permanecido como un recuerdo imborrable, causante de esa sensación de impotencia que provocan la impunidad y el frustrado deseo de que se haga justicia. Con frecuencia acudo a
Al fin ocurrió hace un año. El 13 de noviembre del 2008 fue presentada por
La instrucción promete ser ambiciosa a fuer de dilatada. Al tiempo que ordena la declaración del ex fiscal general de
No es fácil hacer pronósticos sobre la evolución del proceso iniciado en España. Apoyado por las organizaciones salvadoreñas de Derechos humanos, aparece, sin embargo, cuestionado por los responsables de
Dos décadas han pasado ya. Catalina Montes, la entrañable Caty para muchos de nosotros, ha declarado que confía en que, al fin, se haga justicia. Es lo que muchos deseamos para que los autores de aquella terrible masacre sean condenados y el dolor que nos produjo reciba el alivio que merece. Suceda lo que suceda, la imagen de la tragedia y de quienes la sufrieron siempre permanecerá viva en la memoria.
12 de noviembre de 2009
El laberinto hondureño
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21 de octubre de 2009
Crisis económica y cultura empresarial
3 de octubre de 2009
Llegó la hora de Brasil
El Norte de Castilla, 3 de Octubre de 2009
Los últimos Juegos Olímpicos (2008) pusieron al descubierto la extraordinaria potencia económica de
Todo ello aparece embarnecido en este caso por la figura de un político singular que, surgido de las filas del sindicalismo más combativo, ha logrado situarse entre los grandes dirigentes del planeta, al tiempo que, adormecidas las críticas internas, le cabe el indudable mérito – más allá del eterno problema ambiental de
Rio de Janeiro versus Madrid en la pugna a merced de un olimpismo regido por criterios inmunes a los empeños publicitarios, por muy convincentes que parezcan. Difícil competidor, quizá imposible de antemano. Tengo la impresión de que la suerte ha estado echada hace mucho tiempo. Es la primera vez que el mayor espectáculo del mundo, el más costoso, el más impactante, el más seguido y emblemático, visita
20 de septiembre de 2009
Símbolo de la historia europea
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9 de septiembre de 2009
Imágenes y espacios para la reflexión
3 de septiembre de 2009
Lenguas ibéricas, espacios compartidos
El Norte de Castilla, 3 de Septiembre de 2009
Se han esforzado ellos mucho más y antes que nosotros. En realidad lo español nunca ha sido atendido por los hablantes de la lengua portuguesa con el desdén que los cultivadores de la de Cervantes han aplicado durante mucho tiempo a cuanto culturalmente provenía de Portugal o de Brasil. La falta de reciprocidad sólo ha sido superada cuando desde la parte más remisa, la nuestra, se ha comprobado que los valores y las capacidades de la lusofonía poseían un vigor y una calidad que justificaba el esfuerzo de tenerla en cuenta. De hecho ha habido que esperar al cambio de siglo para que ambas culturas fraguasen entre sí los nexos favorecedores de un avance significativo en la toma de conciencia de lo que pueden ser capaces, si operan con objetivos de proyección coordinada, en el mundo globalizado. Y es que la lengua viva es mucho más que una herramienta de comunicación. Bastaría recordar la afirmación de Fernand Braudel cuando señaló que “Francia es la lengua francesa” o la identificación que, a propósito del catalán, establece Joan Solà entre “pueblo y lengua como estamentos inseparables” para concebirla como uno de los elementos nucleares de una sociedad y de su territorio, como uno de los valores más representativos de su identidad patrimonial.
He ahí, pues, la importancia de todo ese amplio muestrario de perspectivas a que se abre el redescubrimiento de lo español y de lo portugués en el seno de la comunidad ibérica a ambos lados del Atlántico. ¿De qué forma pudiera llegar a apreciarse esa voluntad de encuentro en la península del Suroeste europeo?, ¿en qué circunstancias tiende a plantearse como proyecto ambicioso y prometedor en el caso de
Todos sabemos que entre España y Portugal las relaciones no han sido fáciles ni es probable que en mucho tiempo logre superarse por completo un desencuentro que hunde sus raíces en un aprendizaje cuestionable de la historia y de la geografía y en posturas de recelo que propenden a la incertidumbre cuando se trata de abordar proyectos e iniciativas de larga singladura en el tiempo. Señalaba Miguel Torga la preocupación que le causaba el no sentirse reconocido en España, pues al escribir su obra siempre sentía la necesidad de que fuera atendida allende la raya. En términos similares se expresan los escritores portugueses cuando se les recibe en nuestro país y resulta una de las advertencias recurrentes de José Saramago, tan sensible a las particularidades de ese espacio diferenciado que concibió como una “balsa de piedra”. No ha sido ésta la postura mantenida por la mayoría de los creadores españoles, que rara vez aluden a Portugal cuando piensan en los destinatarios de sus realizaciones.
Algo , empero, está cambiando. Poco a poco se van abriendo espacios para el encuentro y el engarce de sensibilidades. Mas, si es cierto que la raya ya no es tan impermeable como antaño, todavía marca un hiato que sólo la voluntad política y el esfuerzo empeñado en acometer objetivos económicos y culturales de envergadura podrán ir difuminando para siempre, por más que las discontinuidades en el proceso de acercamiento hayan de definir por algún tiempo la pauta dominante.
En cambio, al visitar Brasil la perspectiva se enriquece tras superar el asombro que suscita un país de tal magnitud. Bien pronto la visión condicionada por la desmesura queda difuminada por el hecho de que, a pesar de su enorme escala, se trata de una sociedad muy desigual pero culturalmente con rasgos de homogeneidad bien marcados. Cobra fuerza la percepción de que ha entendido perfectamente lo que significa la lengua española en el contexto latinoamericano como elemento de oportunidad para ciudadanos que a menudo – en la prensa, en los debates, en los congresos científicos - aluden a la importancia que tiene familiarizarse con una lengua que les relaciona más fácilmente con el Mercosur, con el resto del continente e incluso con la mirada puesta en Europa, al considerar a España como un eslabón más, tan útil como Portugal, en la deseada reafirmación de sus vínculos con
Con qué claridad lo entendió en su día Joao Gilberto al asumir el ministerio de Cultura en el primer gobierno de Lula. Apenas dos años transcurrieron desde que éste tomase posesión como Presidente de
Sorprende visitar los Estados del Sur de Brasil y comprobar la enorme difusión de nuestra lengua en las áreas de mayor dinamismo económico y social. Hace no mucho lo destacó Tarso Genro, ex alcalde de Portoalegre, y artífice de una de las ciudades emblemáticas en el fomento de la participación ciudadana aplicada a las políticas públicas urbanas. “El portugués y el español forman parte de nuestra identidad cultural y son nuestra mejor carta de presentación en el mundo”, dijo en un acto municipalista. Resumió perfectamente lo que supone pasar de una historia de confrontación e indiferencia a la voluntad de hacer propias las posibilidades de una experiencia compartida, apoyada en el valor de las lenguas ibéricas y en el reconocimiento de la riqueza de las culturas y de las sociedades que las sustentan.